| Mercedes Mollá entrevistada por un grupo de alumnos del IES "Barrio de Bilbao", de Madrid |
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| Viernes 20 de Mayo de 2011 16:44 | |||
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Más información: Charla: "La vida de una astrónoma" Entrevista a Mercedes Mollá: “El propio placer de descubrir algo” ¿Cómo era usted de estudiante? ¿Era la mejor? En la época de bachillerato era muy seria, formal, estudiaba todas las tardes, sacaba mis 8, mis 9, mis 10 en algún caso; nunca he sido tampoco tan aplicada en clase. Digamos que era la tercera, también era muy lectora .Nunca he dejado de hacer otras cosas por estudiar. ¿Qué cualidades debe tener un alumno que quiera estudiar algo relacionado con la ciencia? Pues tiene que tener mucha curiosidad, una enorme fuerza de voluntad y un espíritu a prueba de bombas, es decir, que no se desanime; porque los retos son continuos. No te puedes "rajar" porque encuentres una dificultad, tienes que saber muy bien qué es lo que te gusta, porque evidentemente esto no se hace por dinero, se hace por otra cosa. ¿Qué es lo que más le apasiona de su día a día? El propio trabajo, cuando me pongo a hacer algo. Y se me ocurre una idea y digo ¿esto será así?. Empiezo como una loca, pongo un elemento aquí, otro acá y sale, haces un grafico y ves que sale. ¡Oh! ¡Ha salido justo lo que yo pensaba¡ Eso es fantástico, es una cosa propia, el propio placer de descubrir algo. ¿Cuáles son sus aspiraciones futuras? Aparte de jubilarme ¡¡jajaja!!, pues me gustaría, de algún modo -que hasta ahora no lo he conseguido- crear un grupo que pueda transmitir lo que he aprendido a los siguientes. Llevo muchos años trabajando sola, con más gente pero no dentro de mi instituto, con gente de otros institutos. ¿Y por qué no se ha dedicado a la docencia? No me dediqué a la docencia porque no tuve oportunidad. La otra razón es porque me falta vocación. ¿Qué consejos les daría a los estudiantes de hoy? Mis hijos por principio daban por hecho que todo iba a ser fácil; recordemos que en nuestra época era muy difícil estudiar. El ir a la universidad era un verdadero privilegio. Yo estudié en un instituto, al culminarlo solo un 15% iba a la universidad y el resto ¡a trabajar! Entonces, el hecho mismo de estudiar y de poder tener la oportunidad de aprender, era un lujo. No sé si los jóvenes de hoy son conscientes de ese privilegio. Yo creo que el ser consciente de la riqueza que uno tiene por poder aprender, eso, es algo que hay que valorar, y yo sigo sintiéndome rica, no solamente cuando veo mi casa con las cosas que he conseguido, sino cuando veo las cosas que he aprendido. ¿Alguna frase de vital importancia? He leído un libro que hablaba de los deseos y acaba diciendo, como una amenaza, “que los deseos se cumplen”. Hay que tener mucho cuidado con lo que se quiere, saber qué es lo que se desea e ir a por ello, pero intentando no equivocarse porque a lo mejor se te cumple lo que no quieres. ¿Usted está de acuerdo con la frase "al enseñar no se debe llenar un vaso, sino encender una hoguera"? Evidentemente si se llena y no hay resultados no sirve para nada. Yo creo que la chispa sola no sale así porque sí; cuando hablas de la gente que se dedica al arte te dicen que las musas no vienen solas, hay que echarle horas de trabajo, la inspiración no viene porque sí, hay que tener una base. Tú tienes que tener curiosidad para aprender y, una vez que tienes conocimiento te van a saltar más chispas. ¿Y que "La ciencia no solo está en los libros sino en los hechos de la vida diaria"? Eso es verdad; lo que pasa es que hace falta mucho trabajo para analizar lo que hay en la vida, percibir la ciencia que hay en la vida necesita tiempo. ¿Alguna anécdota? ¿Qué ha marcado su vida? Sí; tengo una muy buena. Cuando terminé la tesis hice un articulo. Era la época en la que estaba dudando de si volver o no volver al consejo de seguridad nuclear. Entonces estaba pidiendo becas como una loca, aparte yo no quería moverme de Madrid por mis niños. Tiempo después me llego una felicitación de un señor, un astrónomo americano que me decía que le había encantado mi artículo y me daba la enhorabuena, un tipo al que no conocía... Visto aquello decidí realmente que yo servía para eso y me quedé en la ciencia. Diez años después me lo encontré en un congreso, entonces fui a saludar y le di las gracias por aquel mensaje. Desde entonces cuando veo algo que me gusta a su vez doy la enhorabuena. Nunca se sabe qué puede haber detrás, ni qué historia personal puede tener. Otra es de una chica que fue a un congreso a dar una charla y dijo: "yo he venido a dar una charla sobre este tema, pero resulta que en esta semana me ha pasado muchas cosas. Primero me han dado un premio, segundo hoy es mi cumpleaños, tercero acaban de darme una plaza en la universidad, y cuarto he tenido una propuesta de matrimonio. Mi vida ha cambiado completamente, así que en lugar de la charla prevista voy a dar la charla del premio que me han dado". Terminada la charla, llegó, como siempre, el turno de preguntas, y alguien levantó la mano y preguntó "Y qué dijiste a la propuesta de matrimonio?" y ella respondió: "Dije que SI". En la vida científica hay mucha mezcla de vida personal y profesional. Patrick Medina Ramírez
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