La Web necesariamente ha sido construida a base de estándares, ya que hay que aglutinar una enorme cantidad de información registrada físicamente en ordenadores muy diversos, con estructuras y sistemas operativos muy diferentes. Además esa información tiene que ser interpretada por un único programa, nuestro visualizador, de forma homogénea, es decir, que podamos ir de un objeto a otro con fluidez.
Por ello hay una serie de personas, la Internet Task Force o Fuerza de Trabajo de la Internet, que voluntariamente están trabajando duramente para crear un lenguaje estándar. El problema es que a medida que van surgiendo nuevas aplicaciones e ideas el propio lenguaje en sí tiene que ir evolucionando: nadie puede preveer hoy qué se necesitará el dia de mañana: las posibilidades son ilimitadas. Pasa como con los programas, cada vez van saliendo nuevas versiones. Pero, al igual que en éstos, las nuevas versiones deben incluir a las anteriores, si no habría que empezar siempre desde cero.
Hay que saber en qué punto nos encontramos en este proceso de contínua reforma, para mantenernos al nivel de los últimos acontecimientos pero sin correr el riesgo de avanzar en un camino que luego resulte errónea y haya que volver atrás. En este sentido hay que tener en cuenta que la versión última del HTML, y que se considera terminada, es la 2.0. Es la que interpreta correctamente el visualizador MOSAIC, uno de los pioneros. Sin embargo, el visualizador Netscape, posiblemente el mejor actualmente (por lo menos es el más usado, si eso significa algo), se está intentando adelantar a los acontecimientos e intenta imponer normas ``proponiendo'' extensiones al HTML. Es decir, es capaz de interpretar comandos adicionales que hacen que las páginas sean visualmente más atractivas (como fondos alucinantes, uso de tablas), y posiblemente mejores, ya que transmiten mejor la información. El problema es que van demasiado rápido y puede pasar que, aunque la Internet Task Force incorpore para el HTML 3.0 todas las mejoras anteriores, los comandos no sean exactamente los propuestos por Netscape, y la gente que tenga páginas escritas con el HTML Netscape, tenga que rectificar éstas, con la consiguiente pérdida de tiempo.
Por tanto, en este sentido hay dos caminos entre los que debemos optar: