La Web es una idea que se construyó sobre la Internet. Las conexiones físicas son las de la Internet, pero introduce una serie de ideas nuevas, heredando las ya existentes.
Empezó en el CERN (Centro de Estudios para la Investigación Nuclear), y la idea fue de Tim Berners-Lee, que se gestó observando una libreta que él usaba para añadir y mantener referencias de cómo funcionaban los ordenadores en el CERN. La Internet llegó a Europa en 1988 cuando se unió el modelo de red europea a la norteamericana, mediante una conexión llamada TCP/IP, que es un protocolo que permite a cada ordenador saber de la existencia de los otros y así mandar la información, a la vez detectando que rutas están caídas ya sea por las ardillas o por un ataque nuclear.
Antes de la Web, la manera de obtener datos por la Internet era caótica: había un sinfín de maneras posibles y con ello había que conocer múltiples programas y sistemas operativos. La Web introduce un concepto fundamental: la posibilidad de lectura universal, que consiste en que una vez que la información esté disponible, se pueda acceder a ella desde cualquier ordenador, desde cualquier país, por cualquier persona autorizada, usando un único y simple programa. Para que esto fuese posible, hay una serie de conceptos que hay que usar. El más conocido es el de hipertexto.