On the orientation of ancient Egyptian temples
(a summary of Belmonte, Shaltout and Fekri 2009, Part I and Part II)
La orientación de los templos del Egipto antiguo
Salida del Sol en el solsticio de invierno en Karnak (© Juan Belmonte) |
Mapa de Egipto donde se muestra la ubicación del casi centenar de lugares donde se han reunido los datos de orientación de los templos en las seis campañas de de la Misión Hispanoegipcia de arqueoastronomía. Hay lugares con sólo uno o a lo sumo dos o tres santuarios. Sin embargo, hay sitios arqueológicos imponentes donde varios templos, a veces hasta diez, podían medirse de una sola tacada (© Juan A. Belmonte, 2012)
- Los templos del Valle del Nilo y el Delta se orientan de acuerdo con el curso del Nilo. Se ha demostrado estadísticamente, y por primera vez, que estos templos fueron orientados topográficamente de tal manera que la mayoría de los ejes de los edificios eran perpendiculares al curso del río, normalmente con sus puertas enfrentadas al Nilo y rara vez en la dirección opuesta. Ejes paralelos al curso del río también eran comunes. Este patrón de orientación estaba ciertamente de acuerdo con la manera egipcia de entender el cosmos, pero, sin embargo...
- Los templos también estaban orientados astronómicamente más allá de toda duda razonable como demuestran los sucesivos análisis que se han ido aplicando a los datos. Esto significa que los antiguos egipcios debieron hacer frente a situaciones particulares para lograr ambos requisitos. Este problema fue resuelto por la selección de orientaciones astronómicas apropiadas de una u otra clase en diferentes lugares, para que fueran compatibles con el dictado del Nilo. Sin embargo, esto también pudo conseguirse por la selección deliberada de ciertos lugares en Egipto, donde se lograba simultáneamente ajustarse a las limitaciones impuestas por el río y a su vez una orientación astronómica conspicua. El caso de Tebas es el paradigma de esta idea.
- Entre las orientaciones astronómicas, hubo tres y sólo tres, tipos de patrones (ver figura). Uno se relacionaba probablemente con distintas configuraciones celestes de las estrellas de Meskhetyu para obtener una orientación cercana a la línea meridiana o, a veces, de forma precisa hacia el norte. El segundo tenía un carácter marcadamente solar y se basaba en la orientación a jalones temporales singulares del ciclo anual y del calendario civil. Por último, un tercer patrón incluye a las dos estrellas más brillantes del firmamento egipcio, Sirio y Canopo. Estas costumbres estuvieron presentes durante la mayor parte de la historia egipcia y en diferentes zonas del país, aunque se han descubierto algunas peculiaridades singulares.
- Sorprendentemente, o quizás no, los templos de los dioses solares tienen orientaciones predominantemente solares mientras que los que pertenecían a divinidades femeninas se orientan predominantemente a las estrellas más brillantes del cielo, en particular a Sirio.
- Nuestros datos e impresiones personales sugieren que algunos templos en los que previamente se habían propuesto orientaciones a Sirio, como el templo de Horus en Djebel Thoth, erigido por Mentuhotep III, y el templo de Satet en Elefantina, erigido por Hatshepsut, deberían ser reinterpretados como pertenecientes a la familia del solsticio de invierno. Esto no implica necesariamente negar la hipótesis, aunque la debilita, de que construcciones anteriores en los mismos lugares pudieran ocultar orientaciones a Sirio dentro de sus muros.
- Se han detectado en los datos ciertas evidencias de la presencia de los fenómenos de la precesión de los equinoccios y de la variación de la oblicuidad de la eclíptica como efectos colaterales de la continua utilización de orientaciones estelares y solares, respectivamente, durante el curso de la historia faraónica. Sin embargo, esta detección marginal nunca debe interpretarse, bajo ninguna circunstancia, como un conocimiento real de cualquiera de estos dos fenómenos por parte de los antiguos egipcios.
- Se ha visto que los templos del valle del Nilo de la civilización faraónica se orientaban de acuerdo con el Nilo y, al mismo tiempo, obedecían ciertos patrones astronómicos. Esto significa que los antiguos egipcios debieron hacer frente a situaciones particulares para cumplir ambos requisitos. Este problema fue resuelto por la selección de orientaciones apropiadas de una u otra naturaleza en diferentes lugares para que fueran compatibles, o por la elección de lugares especialmente seleccionados en Egipto, donde se lograra simultáneamente cumplir con las limitaciones impuestas por el Nilo y, al mismo tiempo, obtener una orientación astronómica conspicua que estuviese de acuerdo con el carácter religioso y simbólico del propio templo (ver figura). Hay ejemplos excepcionales, baste citar la estructura HK29A de la antigua Nekhen y los templos solsticiales de Tebas.
- No se puede obviar que, en momentos singulares de la historia egipcia, las orientaciones solares se transformaron con el fin de orientar los templos de esta divinidad, y sus asociadas, hacia el comienzo de las estaciones del calendario civil, en particular de Upet Renpet. En algunas ocasiones, la coincidencia de estas fechas con jalones importantes del año trópico, como los solsticios de verano e invierno y el equinoccio de primavera, podría haber actuado como una suerte de catalizador, de mutuo refuerzo, en el interés de los antiguos egipcios hacia estos días tan especiales. Siguiendo esta línea argumental, los ejemplos de los templos solares de la V Dinastía en Abu Ghurob, el de algunos templos de Tebas, incluyendo el enorme complejo de Amón en Karnak (ver figura), y la propia ciudad de Tanis, son absolutamente paradigmáticos.
Núcleo de la hipótesis astronómica. Histograma de declinación de la serie completa de datos de alineación de los templos obtenidos en cinco años de trabajo de campo en Egipto (línea fina) contra el histograma que incluye también los datos de Sudán (línea gruesa). Obsérvese la similitud de ambos gráficos, divergentes sólo a valores elevados de la declinación como cabría esperar debido a las diferentes latitudes de las muestras de Egipto y Sudán. Se identifica cada pico por un número romano que se refiere a cada una de las siete familias de orientaciones astronómicas. Se indican las posiciones extremas de Sirio y Canopo (y de otras estrellas) a lo largo del periodo faraónico, así como las líneas solsticiales a ±24º (© Juan A. Belmonte, 2012)
Salida del sol en el solsticio de invierno en diciembre de 2006 en el eje principal del templo de Karnak, observada desde el antiguo muelle del santuario. El fenómeno habría sido mucho más exacto hace 4000 años cuando el templo fuese alineado por primera vez -- círculo con línea de puntos -- (© Juan A. Belmonte, 2012)
Secuencia de imágenes que ilustra la hipótesis sobre la utilización del signo de Seshat como un instrumento topográfico similar a la groma romana. El panel (a) muestra un relieve del templo solar de Niuserre en Abu Ghurob, donde el signo aparece como un objeto portátil. El panel (b) representa el núcleo de la idea, con el signo transformado en un objeto real, donde los siete elementos radiales que aparecen en la iconografía de la diosa, se han transformado en una rueda móvil de ocho radios, al cambiar la imagen en dos dimensiones por una versión tridimensional. Los elementos superiores del signo definirían un dispositivo de apuntado u ocular, como se muestra en el panel (c). Una vez obtenida la alineación, los ocho radios del dispositivo ofrecerían directamente todo un conjunto de posibilidades de orientación, como por ejemplo la cardinal norte, tal como se muestra en el panel (d). Diagrama, cortesía del SMM del IAC (© Juan A. Belmonte, 2012)