Las observaciones del desarrollo de esta tormenta han permitido profundizar en el conocimiento de la atmósfera del planeta anillado. Han sido efectuadas por un equipo de investigación liderado por Agustín Sánchez Lavega, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería en Bilbao de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), y del que forma parte David Barrado, investigador del CAB (INTA-CSIC), director del observatorio Hispano-Alemán de Calar Alto (CAHA) e investigador principal del equipo Consolider-GTC ESTRELLAS DE BAJA MASA.

En los últimos 130 años de observación, el planeta gigante gaseoso Saturno ha presentado en cinco ocasiones tormentas colosales que han recibido el nombre de grandes manchas blancas. Estos fenómenos se han venido repitiendo en cada vuelta de Saturno al Sol, que dura unos treinta años, pero hace unos meses se captó el inicio adelantado y sorpresivo de otro de estos eventos. Estas tormentas ofrecen, en cierto modo, un banco de pruebas de los mecanismos físicos asociados a algunos fenómenos meteorológicos que acontecen en la Tierra.

El planeta Saturno muestra en su atmósfera una rica meteorología pero, además, una vez en su largo año de 29.5 años terrestres desarrolla un fenómeno único en todo el Sistema Solar, una gigantesca tormenta conocida popularmente como gran mancha blanca, que crece hasta alcanzar unos 10.000 km, casi el tamaño de la Tierra. Las tormentas tienden a emerger durante el verano del hemisferio norte del planeta. Dado que el último suceso tuvo lugar en la región ecuatorial de Saturno en 1990, no se esperaba otro evento hasta alrededor del año 2020. Pero por sorpresa, con casi nueve años de adelanto, astrónomos aficionados japoneses anunciaron a comienzos de diciembre de 2010 la aparición de una mancha muy brillante en las latitudes medias del hemisferio norte del planeta, primer signo de la gigantesca tormenta.

El Observatorio Virtual Español coordina un programa de recuperación de Asteroides Potencialmente Peligrosos en archivos astronómicos: estudiantes, astrónomos aficionados y público en general podrán identificar asteroides con posibilidad de impactar contra la Tierra.

Objetos flotando por el Universo hay muchos, aunque los que más nos preocupan son los potencialmente peligrosos, es decir, aquellos cuya órbita se cruza en algún momento con la de nuestro planeta. Puede haber millones de asteroides en el Sistema Solar y muchos de ellos están identificados y clasificados, no sólo por su tamaño (que puede oscilar entre la mota de polvo y los que superan el kilómetro de diámetro), sino también por su peligrosidad.

Los pasados días 29 y 30 de junio se celebraba en Madrid el encuentro "Desarollo de instrumentación espacial, perspectivas y estrategias para la próxima década". A él asistieron los miembros Consolider-GTC Jesús Gallego (investigador principal del grupo Galaxias-UCM), Armando Gil de Paz y Raffaella Marino (del mismo grupo), que forman parte del equipo del instrumento MEGARA, el futuro espectrógrafo para el Gran Telescopio Canarias (GTC). A este encuentro se presentó el póster "Lessons from the ground: MEGARA, the future optical spectrograph for GTC".

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El Colegio Oficial de Físicos (COFIS) publica anualmente la revista de divulgación científica "Física y Sociedad" que, en esta edición, se ha centrado en el tema de la contaminación lumínica y la eficiencia energética en la iluminación de exteriores. Presentada al público el pasado mes de junio, en este número colaboran varios miembros Consolider-GTC.

Emilio Alfaro, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Presidente de la Sociedad Española de Astronomía (SEA) y miembro Consolider-GTC de los equipos ESTALLIDOS-IAA y OTELO-IAC, ha participado con su artículo "Deslumbrados", en el que hace algunas consideraciones sobre el exceso de iluminación nocturna, afirmando que "Un cielo estrellado no es sólo un capricho de los astrónomos sino un derecho natural del hombre, como el de respirar aire puro o zambullirse en aguas cristalinas, una fuente de placer y de vida que no tenemos derecho a dilapidar."

Por su parte, Alejandro Sánchez de Miguel y Jaime Zamorano, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y miembros del equipo Galaxias-UCM, han aportado el reportaje "Midiendo la contaminación del cielo desde el espacio", en el que se presenta un estudio realizado sobre gasto energético en España y comparativas con otros países europeos.

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"Deslumbrados"
"Midiendo la contaminación del cielo desde el espacio"
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