|
La explicación más probable sostiene que el estallido puede deberse a la ruptura de una estrella próxima por el agujero negro supermasivo del centro de la galaxia
Gracias a las mediciones del Gran Telescopio Canarias (GTC), gestionado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), se obtuvo el primer espectro que sirvió para determinar la distancia al objeto y caracterizar la galaxia en que se encuentra
El pasado 28 de
marzo, el satélite Swift (NASA) alertaba de la detección de
una inusual emisión de rayos gamma. En un principio se creyó
que se trataba de uno de los ya conocidos estallidos de rayos
gamma –o GRBs, de sus siglas en inglés-, que suelen asociarse
con la muerte de estrellas muy masivas y pierden intensidad en
cuestión de minutos. Pero Sw 1644+57 no solo mantuvo su
luminosidad, sino que se reactivó otras tres veces en 48 horas
y muestra una intensidad nunca vista en todas las longitudes
de onda, desde rayos gamma hasta radio. Tras un primer
análisis quedó claro que no se trataba de un GRB y que su
explicación requería de algún nuevo tipo de fuente desconocida
hasta la fecha.
Un grupo
internacional de astrónomos, en el que participan investigadores
del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), publica
esta semana en la revista Science Express los resultados
de un estudio intensivo del objeto que atribuye su origen a un
mecanismo nunca visto y relacionado con el agujero negro
supermasivo en el núcleo galáctico.
Gracias a las
mediciones del Gran Telescopio Canarias (GTC), gestionado por el
Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), se obtuvo el primer
espectro que sirvió para caracterizar la galaxia en que se
encuentra el objeto y a qué distancia: unos 3,8 miles de
millones de kilómetros. El GTC es el mayor telescopio óptico
infrarrojo del mundo, con un espejo primario de 10,4 metros de
diámetro.
Pocas horas
después del estallido, los investigadores emplearon instrumentos
en tierra para localizar la contrapartida en óptico de la
emisión en rayos gamma. Los datos obtenidos con los telescopios
GTC (La Palma), Gemini-North (Hawaii) y Keck (Hawaii)
desmintieron la hipótesis inicial que ubicaba el evento dentro
de nuestra galaxia.
Se inició
entonces una campaña internacional de seguimiento para dilucidar
la naturaleza de Sw 1644+57 con algunos de los más avanzados
instrumentos disponibles, como el satélite de rayos X Chandra,
el Telescopio Espacial Hubble y el Very Large Baseline Array
(VLBA). Los investigadores hallaron que el objeto emitía con
fuerza en todo el espectro electromagnético, desde los rayos
gamma hasta las ondas de radio, y lo ubicaron en las densas
regiones centrales de la galaxia.
La intensidad,
duración y carácter variable Sw 1644+57 lo convertían en un
objeto astronómico sin precedentes que, dada su posición,
parecía estar relacionado con el agujero negro supermasivo en el
núcleo de la galaxia. El pico máximo de brillo correspondería a
un agujero negro de unas diez mil millones de masas solares lo
que, sin embargo, supera la masa total de la propia galaxia e
indica que en los alrededores del agujero negro ha debido
producirse una intensa fulguración, quizá debido a la ruptura de
una estrella en las proximidades (posibilidad que contempla otro
artículo que se publica en la misma edición de Science
Express).
Observatorios
empleados en la campaña de observación:
Satélite Swift
(NASA), Gran Telescopio Canarias (GTC, La Palma), Gemini-North
Telescope (Hawaii), Nordic Optical Telescope (NOT, La Palma),
Keck Telescope (Hawaii), United Kingdom Infrared Telescope
(UKIRT, UK), Peters Automated Infrared Imaging Telescope
(PAIRITEL), Chandra X Ray Observatory, Institut de
Radioastronomie Milimétrique (IRAM), Westerbork Synthesis Radio
Telescope (WSRT), Hubble Space Telescope y Very Large Baseline
Array (VLBA). Noticia completa e imágenes: Nota de prensa del IAA-CSIC: Se detecta un estallido único y extremadamente intenso en el núcleo de una galaxia lejana
|