Experimento de Pixelización

El experimento de pixelización pretende obtener una medida de la información sensorial que necesita una persona para desenvolverse, de forma práctica, en su entorno. En nuestro caso, se pretende medir la cantidad de información visual que necesitamos para realizar esta tarea.

Los resultados obtenidos tienen aplicación directa en el proyecto EAV. La cantidad de información que deberá manejar el sistema generador de sonidos deberá ser, aproximadamente, la mínima cantidad de información visual que encontremos necesaria para evolucionar en el entorno.

Para realizar el experimento se capturan imágenes con dos cámaras distintas. Estas cámaras se usan a modo de "ojos", de manera que toda la información del exterior se capta a través de ellas. Las imágenes proporcionadas por las cámaras se capturan con una tarjeta PCMCIA y se pasan a la memoria RAM de un ordenador portátil. Una vez hecho ésto se pasa a procesarlas. El procesado consiste en reducir la resolución de las imágenes (algo parecido a si intentamos hacer un zoom muy grande en una imagen digitalizada) y en reducir la cantidad de niveles de gris, ya que el ojo humano no es capaz de distinguir entre niveles de gris muy cercanos y por eso consideramos oportuno estudiar en qué modo afecta este parámetro en la percepción de nuestro entorno.

Se usa un casco comercial de realidad virtual, modelo VFX3D de Virtual Reality Systems, con separador para la señal VGA (Linbox) de la misma fábrica. Las cámaras CCD Marshall tienen salida analógica de tipo NTSC y están fijadas, mediante un soporte metálico, al casco, situadas a la altura de los ojos.

Las imágenes procesadas se proyectan en las pantallas LCD del casco.

Durante el experimento se presentan las imágenes con diferentes resoluciones (512x512 píxeles, 256x256, 128x128, 64x64, 32x32, 16x16 y 8x8) y diferentes niveles de gris (256, 128, 64, 32, 16, 8, 4, y 2), todos ellos parámetros seleccionables desde el software desarrollado específicamente para este experimento.